Concejal de Malagueño 2019-2027
Hoy ingresó al Concejo Deliberante un proyecto de declaración impulsado por el bloque oficialista, repudiando el veto presidencial a la llamada “Ley de Emergencia en Discapacidad” (Ver aquí). El mismo fue tratado sobre tablas, es decir, sin tiempo suficiente para su evaluación. Ante eso, decidí abstenerme. Lo expliqué en la sesión: nadie puede estar en contra de que las personas con discapacidad reciban todos los beneficios posibles, pero no contaba en ese momento con la información suficiente ni sobre el contenido íntegro de la ley vetada, ni sobre los fundamentos del veto.
Con el correr de las horas me interioricé más. Y hoy, con más información sobre la mesa, no hubiera acompañado esa declaración. No porque niegue la situación crítica que viven miles de personas con discapacidad y los prestadores del sistema, sino porque el proyecto que fue vetado no solucionaba los problemas del sistema. Los agravaba. Era un combo de medidas parciales, mal redactadas, desordenadas, con impacto presupuestario incierto, sin respaldo técnico ni consenso político. Una ley escrita con apuro y cargada de oportunismo. ¿La emergencia? Duraba hasta 2027. ¿Casualidad? No. Justo hasta el año en que el kirchnerismo espera volver a gobernar.
El mismo kirchnerismo que gobernó hasta hace muy poco, con Alberto Fernández a la cabeza, y dejó un sistema de prestaciones para personas con discapacidad completamente desfinanciado. En 2023 hubo 211% de inflación y apenas un 120% de actualización en los aranceles. Eso no es sensibilidad: es abandono sistemático. ¿Dónde estaban entonces los que hoy se indignan?
Desde nuestro espacio en el Congreso presentamos un dictamen superador: propusimos actualizar aranceles por IPC, agilizar los pagos a prestadores, facilitar el acceso al CUD, fomentar la inclusión laboral real y exigir que se reglamente lo que está vigente desde hace años. Propuestas concretas, sostenibles y sin destruir el sistema.
Pero nada de eso fue tratado. Porque el kirchnerismo solo permitió debatir su proyecto. Todo o nada. Imposición o archivo. La misma lógica que aplican en cada lugar donde tienen mayoría. La misma lógica que muchas veces sufrimos los que somos minoría en los concejos deliberantes: no hay debate, no hay apertura, no hay escucha. Solo atropello y propaganda.
Si realmente queremos un país serio, tenemos que empezar a discutir las leyes como corresponde. Con información, con datos, con responsabilidad. Ya basta de que las mayorías impongan por la fuerza lo que no pueden defender con argumentos.
En política, tener sensibilidad es importante, pero no alcanza. También hay que tener responsabilidad, memoria y honestidad. Quienes hoy se rasgan las vestiduras fueron parte de gobiernos que abandonaron sistemáticamente a las personas con discapacidad. Y ahora pretenden usar su causa como bandera para volver al poder.
Mi compromiso con las personas con discapacidad es real. Justamente por eso, no voy a ser cómplice de los que ayer los dejaron solos y hoy los usan como bandera electoral.
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