Hoy se llevó a cabo la Sesión Preparatoria del Honorable Concejo Deliberante de Malagueño, en la que se tomó juramento a la nueva concejal del oficialismo y se eligieron las autoridades del cuerpo. Como era de esperarse, el oficialismo impuso su mayoría y, sin debate ni consenso previo, designó a la concejal Bortoli como presidenta, a la concejal Arias como vicepresidenta 1° y a la concejal Montironi como vicepresidenta 2°.

Aunque no existe una ley que establezca la distribución de estos cargos, la tradición, el sentido común y el respeto por la pluralidad indican que la Vicepresidencia 2° se ofrece a la primera minoría, que en este caso somos nosotros, el bloque de Juntos por el Cambio. Pero esta gestión, que tanto habló de diálogo, consenso y respeto, hace exactamente lo contrario de lo que antes reclamaba.

En 2021, cuando quien hoy es intendente era concejal y no le dieron la Vicepresidencia 2°, votó en contra y se quejó argumentando que, por costumbre, le correspondía a la primera minoría. Hoy, con el poder en sus manos y con un Concejo que responde a él, repite la misma práctica que en su momento criticó. ¿Hipocresía? ¿Falta de memoria? ¿O simplemente un manejo autoritario disfrazado de institucionalidad?

Pero no fue lo único. También decidieron, una vez más, que las sesiones ordinarias se realicen los jueves a las 10 de la mañana, ignorando el reclamo de muchos vecinos que trabajan y no pueden asistir en ese horario. Propuse que las sesiones se realicen a las 19 horas para facilitar la participación ciudadana, pero ni siquiera se tomaron el tiempo de debatirlo.

Curiosamente, en 2020, cuando el ahora intendente era concejal y trabajaba por la mañana, se opuso a este mismo cambio de horario por considerarlo perjudicial. Yo hice exactamente el mismo planteo, pero la respuesta que recibí el año pasado fue que si quiero ser concejal, debería renunciar a mi trabajo.

Es evidente que estamos ante un gobierno que no busca el diálogo ni la participación, sino simplemente imponer su voluntad sin escuchar a nadie. Un gobierno que actúa con prepotencia, que se incomoda con el control y la transparencia, y que cuando se queda sin argumentos, responde con autoritarismo.

Los vecinos de Malagueño merecen algo mejor. Un Concejo donde se respete la diversidad de voces y se trabaje para todos, no solo para quienes piensan igual. Desde Juntos por el Cambio vamos a seguir exigiendo transparencia, participación y el respeto por las instituciones, que tanto pregonan pero tan poco practican.

Concejal Lucas Bettiol
Concejal María Rosa Pactat
Tribunal de Cuentas Viviana Brito

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